Cuando lo que quieres no coincide en tu vida, cuando intentas que forme parte, que entre en tu vida, aun teniendo que forzarlo con calzador, o con cualquier otro tipo de medida desesperada, un día te das cuenta que no funcionara nunca.
Por ejemplo, las mujeres. Cuando una mujer es del tipo de mujer que deseas en tu vida, pero a la vez es aquella capaz de hundirla o convertirla en un infierno en carne viva, te das cuenta – si pasa lo segundo – de que no coincide. Con suerte te das cuenta antes de que sea demasiado tarde, y rectificas tu camino.
Por ejemplo, los estudios. Contemplas aquellos que te otorgaran mas seguridad en un futuro, pese a no ser aquellos por los que sientes mas entusiasmo, hasta quedarte atrapado en medio, con deseos de cambiar.
Algunos acabaran lo propuesto, emplearan todos los medios y harán que eso que no debería coincidir, coincida. Otros le pondrán remedio. Otros se lamentarán por no poder hacerlos coincidir. Y en el caso de tratarse de personas, algunas lamentaran no encontrar a alguien con tanto fervor por coincidir con ellas, y de encontrarlo, lamentaran no poder encontrarse.
Para acabar, una nota incomprensible sin conocer todo el trasfondo de la idea generadora, que permanecerá inexplicada: A veces, al intentar coincidir con alguien que consideras fértil, las circunstancias y el complejo de Agar y Sara te hacen desprenderte de ello con tanto rechazo, que la repulsión te haga perder toda voluntad de coincidir.